Una despedida...

 Las despedidas son una tortura e de decir y cuando me refiero a despedidas me refiero a cuando un familiar se nos va...


En este caso os hablo de un señor de 68 años que se llamaba Manuel o Manolo para sus nietos, tenía a su esposa Joaquína, a sus tres hijas, Míriam, Cristina e Irene.


Miriam tenía dos hijos, era la única que tenía, eran 2, Aitor y Saúl, si os preguntáis porque no describo a nadie es para que vosotros os los imagineis.


Manuel era una persona maravillosa que había hecho de todo, ayudaba a la gente, apagó un incendio en la fábrica de plástico en la que trabajaba arriesgandose a sí mismo pero no le importo con tal de salvarlos a todos, también había impedido un robo aunque el no sabía que estaban armados, solo que Manuel cometió un error solo un error y eso fue fumar y ese error fue lo que acabo con el, su muerte impactó a todos sobre todos a su nieto Aitor y os preguntareis ¿y que está haciendo Aitor ahora? Pues está escribiendo esta historia.

Manuel, Manolo, yayo, abuelo estés donde estés siempre te recordaré nunca olvidaré tus azañas y  todo lo que me enseñaste porque para eso hice esta historia para nunca olvidar lo que hiciste.


Entre lágrimas lo escribo y entre lágrimas lo recordaré pero no por tristeza sino por lo orgulloso que estoy de el...



Manuel Tarrias Ortiz: 25 de diciembre de 2021.

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