El reino de las sombras: Capítulo 8: La bahía parte 2

 Capítulo 8: La bahía parte 2






La noche era iluminada por el salón de los enanos en llamas, los demonios desencadenados tambien ayudaban con la iluminación ya que el fuego de sus cabezas alumbraba bastante.


-¿Y bien, que haremos? Dijo Ariadna contemplando el destrozado y ardiente reino.


-Tengo una idea. Contesto Hugo sin quitar la mirada de su libro de hechizos.


-Cuéntame.


-Todos los Necromagos tienen el poder de la resurrección, podemos revivir a alguien, quiero revivir a Juliana,tengo su cadáver o lo que queda de el, solo lo podemos usar una vez, necesito que vayas al reino angelical, allí esta Nira, el ultimo ángel con vida, su sangre sera necesaria.


-¿La mato o como?


-¡No! mantenla con vida, consigue toda la sangre que puedas pero no la mates y la dejes grave.


-Seguramente luche y tendré que matarla.


-A no ser que ella misma se saque la sangre.


-¿Y como se supone que haré eso?


-Mientele, dile que es para Aitor, que esta gravemente herido y necesita su sangre.


-Pero Aitor está muerto. 


-Pero ella no lo sabe y es una digamos, una antigua compañera de vida.


-¿Me dices que Aitor y Nira estaban juntos?


-Me refería a muy amigos, pero llegaron a gustarse mutuamente pero por cosas de la vida nunca tuvieron nada, bueno centrémonos, tu le dices eso y seguramente te de la sangre.


-¿Y como sabes toda la información?


-Aitor me contaba todas sus vivencias y yo a el. Dijo Hugo secándose una lagrima.


-Vale, iré pero no se si podre fingir bien.


Ariadna miró por ultima vez a Hugo y desapareció en una nube negra para teletransportarse al reino angelical.


-Arriba las manos. Resonó entre los escombros del salón de los enanos, de los cuales salieron siete arqueras, tres orcos, un guerrero y un verdugo, todos armados.


-¿Que os hace pensar que estáis en posición de intentar doblegarme?


-Te superamos en número.


-Yo no estaría seguro. Hugo alzó sus brazos creando con su cuerpo una cruz, de pronto detrás suya se crearon un cumulo de nubes negras de donde salieron cientos de demonios desencadenados y diablos, en especial una nube que era tan grande como el difunto chaman, de ella salio un demonio gigante.



Era un demonio gigante, tenia unas alas enormes y no contaba con ningún arma, tenia una cola que parecía que se podía usar para destruir cosas.


-Ohh, veo que ya llego Daniel, tranquilos todos el solo sera mi ayudante del apocalipsis.


Daniel les miro con una sonrisa y hablo.


-siérirom sortosov sodoT.


Los guerreros intentaron escapar pero cuando lo intentaron ya era demasiado tarde, tres demonios desencadenados los esperaban y acabaron rápidamente con ellos.


Todos los demonios empezaron a desaparecer en nubes de humo negro, Hugo miró los cadáveres de los guerreros que habían intentado acabar con él, miro a uno que estaba demacrado, tenia la cara descolocada y los intestinos por fuera, Hugo los cogió y los inspecciono con delicadeza.


-Ojala Nira no tenga que acabar así. Dijo seriamente. -Ella no puede romper su trato y si lo hace deberá pagar las consecuencias, bah ¿pero que digo? claro que lo hará total, no lo dejaría morir, ojala siguiera con vida, a el le hubiera gustado ver a Nira y a Ariadna darlo todo por el.


-Que pena que tu seas el siguiente en morir. Dijo una voz detrás.


-Arnold ya era hora.


-¿Como sabes que se trata de mi?


-Tengo mis métodos.


-Esta vez no escaparas.


-Mi intención no es escapar, es acabar contigo...

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