Sello del Culto Prohibido: Prólogo

Sello del Culto Prohibido

Prólogo


28/Enero/1989 (Antártida)



El bahía paraíso rugía cada vez que rozaba un trozo de hielo, el casco estaba deteriorado por los múltiples golpes y el barco cada vez se sumergia más en el hielo, el barco poca a poco perdía su velocidad.


-Este barco no es un rompehielos y lo sabes. Decía furioso Marco al capitán.


-El casco está reforzado para este tipo de situaciones, dentro de poco volveremos a coger la velocidad que teníamos tú confia. Dijo el capitán intentando apaciguar a Marco.


Un fuerte rugido sonó por todo el lugar y el barco se detuvo de golpe, todos los marineros que no estaban sujetos fueron empujados por la inerci y cayeron, algunos con la mala suerte de haber caído justo en el gélido hielo y de la misma caída fracturarse partes del cuerpo, muchos de los tripulantes miraron a través de las vallas del barco para ver que tan grave había sido el choque.


-¡El barco se hunde, salid todos! gritaba uno de los tripulantes.


los diez tripulantes bajaron del barco como podían, cuerdas, partes más hundidas y algunos saltaban desesperados, al llegar abajo atendieron a los tres tripulantes que por el impacto fueron expulsados del barco.


-Mi capitán no me encuentro muy bien. decía un muchacho de apenas diecinueve años.


-tranquilo muchacho todo irá bien. decía El capitán mientras su barba se llenaba de hielo.


-¡Heyy aqui aqui! gritaba uno mientras movía los brazos, todos los tripulantes miraban al mismo lugar, un coche que casi parecía una camioneta, blindado y negro como la noche se acercaba.


Marco ansioso intentaba encontrar alguna señal de que era ¿quizá era FBI, SWAT? al coche acercarse más Marco pudo ver que llevaba las siglas SCP en los laterales, el coche paró y de el salieron cuatro guardias, tenían tapadas hasta la cara con máscaras, sus trajes de soldados eran negros y contenían las siglas SCP en uno de sus costados, llevaban armas de gran tamaño, con mirilla, láser y con linterna.


-¡Hey tranquilos, solo queremos salir de aquí! Avisó el capitán


-no es tan dificil, coged a vuestros compañeros, subid en el barco y largaros.


-¿Acaso no lo ves? el barco está encallado y medio hundido.


-Ese no es nuestro problema. Afirmó uno de los guardias.


El viento se cortaba con un sonido de hélices estruendos.


-¿Eso de ahi es un Osprey? Dijo Marco mientras el Osprey pasaba por encima suya, detras habia un helicoptero doble que cargaba una caja metálica de unos doce metros de longitud, de la caja salió un rugido estremecedor seguido de sonidos de metal siendo arañado.


-¿Que cojones llevais ahí dentro? Dijo uno de los miembros de la tripulación con cara de terror.


Los guardias se miraron entre ellos y sin hablar alzaron sus armas contra los tripulantes activando los láseres de fijación.


-¡Por favor no lo hagan! grito Marco pero no sirvió de nada, los guardias comenzaron a abrir fuego contra ellos, las balas cortaban el aire y atravesaban a todos, Marco recibió dos disparos en el estómago y cayó aún consciente, Marco miró a sus compañeros muertos y sin casi fuerzas prestaba atención a la conversación entre lo guardias.


-Debimos haberlos matado desde el principio.


-A ver primero debíamos probar si se iban por su cuenta.


-No digas tonterías, el barco está encallado es obvio que no se irían.


-Eh vosotros dos, dejad ya el tema, debemos alertar al sacerdote divino, posiblemente venga un equipo de rescate para el barco, no podemos arriesgarnos a que encuentren el complejo.


Marco intentaba buscar al cuarto guardia disimuladamente, de pronto noto como alguien lo movía ligeramente, noto como un arma apretaba su cabeza, el guardia se mostró y sin tener piedad alguna le disparó.

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