El educador: Capítulo 6
Capítulo 6 "Los chungos" Dos semanas. Dos semanas de monitores de pulso, el olor estéril y punzante del desinfectante, y el zumbido constante y bajo de la maquinaria hospitalaria. Aitor estaba despierto, pero era una sombra pálida de sí mismo. La pérdida masiva de sangre había sido crítica, y su cuerpo juvenil luchaba por recuperarse. Estaba apoyado contra las almohadas, la piel cetrina y la mirada ausente. La herida en el brazo estaba cubierta por un voluminoso vendaje. Pero lo más impactante era su rostro: la cuenca de su ojo izquierdo era ahora un parche opaco, un recordatorio brutal y permanente del precio de la curiosidad. A su lado, sentada en la incómoda silla de plástico, estaba Alba. Ella también llevaba las cicatrices de la locura: moretones amarillos y verdosos asomaban bajo el cuello de su camiseta y en sus nudillos, un recuerdo palpable de su desesperada pelea con Johana. Alba no hablaba. Se había convertido en la guardiana silenciosa de Aitor. Él estaba sumer...


